La reforma laboral fue aprobada la semana pasada por la Comisión Cuarta del Senado. Ahora, el proyecto pasará a ser debatido en la plenaria del Senado, instancia en la que se determinará si finalmente se convierte en ley de la República. Aunque el Gobierno buscó promover una ponencia alternativa que retomara los aspectos más ambiciosos del texto original, esta propuesta no fue aceptada.
Adicionalmente, el Pacto Histórico envió una carta expresando su desacuerdo con el texto de la reforma que fue aprobado, lo que refleja que el futuro de la reforma sigue siendo incierto. Como ha sucedido en otros casos —como la consulta popular—, aunque en apariencia haya consenso, al momento de la votación final los cálculos políticos pueden no funcionar como se espera.
Entre los elementos propuestos y, hasta ahora probados, de la reforma que sigue en curso en el Congreso, se encuentra el ajuste del inicio de la jornada nocturna a las 7:00 p. m.; la implementación gradual del aumento del recargo dominical y festivo; se fijó en cinco años el máximo de duración para los contratos a término fijo, término después del cual se entenderá que el contrato es a término indefinido; se incluyeron medidas para promover la contratación de personas con discapacidad y; la inclusión de una prima legal por el crecimiento económico del empleador, entre otras cuestiones.
Pese a lo anterior, y teniendo en cuenta que aún falta ser debatida en la plenaria del Senado, aún está por verse cuál será el texto del articulado que pasará a ser Ley de la República, en caso de que finalice con el voto positivo de la plenaria.
No Comments